¿Cómo evaluará su
capacidad al volante? Puede pedir a un familiar o amigo de confianza que lo
acompañe para ver cómo conduce usted. Luego escuche con atención sus
comentarios. Otra opción es hacer un curso de conducción segura. Muchas
asociaciones automovilísticas ofrecen cursos para personas mayores. Considere,
además, si ha estado al borde de un accidente en un par de ocasiones, pues
quizás signifique que ha perdido facultades.
Siendo realistas, hay un
momento en que conviene decidirse, por doloroso que sea, a dejar el volante.
Ana, de quien ya hemos hablado, sabe que tarde o temprano tendrá que hacerlo.
Entretanto viaja acompañada con mayor frecuencia que antes. ¿Qué opina de
permitir que otro conduzca? “Da gusto disfrutar del trayecto sin la tensión de
conducir”, asegura.
Si examinamos con cuidado
el asunto, tal vez lo veamos igual que ella y nos resulte más grato ir de
compras, hacer diligencias o acudir a alguna cita o reunión junto con un amigo,
quien incluso podría manejar nuestro propio automóvil. De esta manera, el
viaje suele ser más seguro y agradable. Si hay transporte público, en
muchos casos es una alternativa práctica. Recordemos que la valía personal
no depende de la capacidad de conducir. Son nuestras buenas cualidades las
que nos hacen realmente valiosos para la familia, los amigos .
Todo conductor —sea joven
o mayor, veterano o novato— está expuesto a sufrir un accidente vial. Por ello,
reconozcamos la gran responsabilidad que conlleva sentarse al volante y
adoptemos precauciones para evitar choques. De este modo nos protegeremos
a nosotros mismos y al prójimo en todos los viajes que hagamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario