Un conductor que suele
ser precavido y responsable puede convertirse en un peligro si maneja después
de haberse tomado un trago. En 2008, más de treinta y siete mil personas
perdieron la vida en Estados Unidos en accidentes de circulación; de estas,
cerca de un tercio murieron en choques causados por conductores que habían
bebido. Incluso en pequeñísimas dosis, el alcohol reduce la capacidad de
conducción. Por tal motivo, algunos deciden abstenerse por completo de beber si
van a manejar.
Respetar las leyes
viales, ponerse el cinturón de seguridad, mantener su auto en buen estado y
no conducir si ha ingerido alcohol son medidas que sirven para proteger su
vida y la de los demás. Dichas sugerencias le ayudarán a evitar accidentes de
tránsito, pero solo si las lleva a la práctica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario